POLAROID SOLITARIO FINAL

                

                                

El cuarto esta a casi a oscuras,la ventana es una rendija,una cisura por donde se filtran apenas,las luces y los sonidos de la noche.Él esta ahí parado en el medio,con los brazos caídos al costado de su cuerpo y la mirada hacia ninguna parte como extraviada;de pronto su atención es atraída por el eco de unos pasos,que nítidos logran sobreponerse a los demás ruidos.

Tap,tap,tap,tap,yendo y viniendo,yendo y viniendo,en una cadencia que lo atrapa que lo envuelve llenando sus oídos hasta ocuparlo todo.Sin aviso se detienen,produciendo una especie de vacío dentro de su cabeza.

Sobre su muslo derecho, siente la presencia de la carta que lleva guardada en el bolsillo de su pantalón,en medio de todo ese silencio,ese mudo papel es como un grito.

Tap,tap,tap,tap,nuevamente el sonido de los pasos,no puede distinguir si se trata de una alucinación ,de una broma de sus sentidos o si son reales,igualmente resuenan en su cabeza yendo y viniendo como ecos en su memoria,trayendo y llevando recuerdos que lo llenan de nostalgia.

Imágenes,que por un momento brillan,para luego dejar tras de si una fugaz estela,hasta desvanecerse.Comienza a caminar por el cuarto y se descubre llevando el compás de los pasos que le llegan desde la calle o vaya una a saber de donde.

Todavía no puede sobreponerse al shock que le produjo , llegar esta tarde , abrir la puerta y encontrar el departamento vacío y la puesta en escena que ella le regaló como  acto final.

Ella siempre tuvo una innata vocación por lo teatral , por la disposición casi escenográfica de los objetos y los muebles y el puede imaginar ahora , a ella , dando breves indicaciones a los de la empresa de mudanzas , tomándose su tiempo ,observando comparando con la imagen que guarda en su cabeza para volver a ordenar que movieran por enésima vez el sillón hasta que quedara en el exacto lugar , hasta que todo el conjunto lograra transmitir exactamente el clima que ella pretendía para la ocasión.

Su sillón favorito frente al mueble chino laqueado , ese que él odiaba , la lámpara de mesa encendida proyectando su tenue cono de luz y contra ese florero de Lalique , el sobre con la breve nota de despedida .

-¿Y ahora que ?-se pregunta en voz alta.

-Nada y mas nada,la vida pasa,todo pasa esto también-,se contesta.

-Todo podría ser mejor,ahora,si, ahora;también podría ser peor,ahora ,si ahora,pedazo de tarado-

-Pero no-,continua su soliloquio,-es así,a medias tintas,casi nada,apenas si suficiente como para provocarme esta sensación de incomodidad,esta especie de fastidio,de semivacío,de molesta insatisfacción,poca cosa como para justificar una buena depresión-

Sabe que apenas si es suficiente como excusa para abandonarse un poco.Y darse cuenta,entender esto,lo altera , .

Sin dejar de caminar,prende un cigarrillo,para sacarse ese gusto a nada de la boca,esta nueva realidad lo altera,lo altera su propia mediocridad,lo altera esta intrascendencia,este gris arratonado berreta.

Lo altera esta falta de estridencias,el no estar desesperado .

Lo alteran también,esas dos únicas palabras boludas de la carta: Adiós.Alicia.

-¿Y que ?,chau...te fuiste,me dejaste,que te vaya bien -

-Me quiere decir alguien,que mierda hago yo con esta carta en el bolsillo-clama mirando el techo.

Mete la mano en el bolsillo,saca un sobre arrugado y lo vuelve a guardar,como para confirmar que es real y por consecuencia todo esto es real.

Porque poco es lo que cambia con su partida ,apenas si eran algo mas que dos soledades que se aproximaron en forma fortuita,no compartieron mucho mas que el roce de sus cuerpos,unos jadeos, un poco de sudor,un juego de seducción histérico,sin entrega,sin llegar mas allá,sus cuerpos se poseían con furia,pero sus almas permanecían ajenas,heladas,sin llegar nunca a amarse.

Ella lo seducía con su inteligencia y su franqueza. 

Y era esa inteligencia la que alumbraba magnificando,la belleza apenas discreta de unos rasgos absolutamente vulgares y esa franqueza sirvió al principio para mantenerlo atrapado.

Hasta que con el tiempo descubrió,lo pequeña que puede ser la distancia que separa a la franqueza de la crueldad,cuando esta se manifiesta innecesariamente brutal.

Y fue este descubrimiento el que acabo con el deslumbramiento y fue en ese preciso instante en el que comenzó el final.

Un final que posponía por el acostumbramiento,que dilataba en el tiempo sin encontrar excusas valederas.

Entonces ocurrió,ella tomó la decisión,así sin avisar,sin siquiera despedirse , sin que mediase una pelea como las que sabían tener o al menos una discusión donde se decían las palabras mas bajas.

Nada,se fue,así como así, de buenas a primeras-que ahora no me vengan, con eso de que los signos del desgaste de la relación hasta un ciego podía verlos,que signos ni que ciegos , si siempre había sido así desde el primer día, te fuiste , chau !-

Se fue y le  dejó esa carta,testigo de su propia impotencia, y en definitiva de todo esto lo único que le provoca algún tipo de sentimiento , es su orgullo herido de macho abandonado.